Se trata de jóvenes que por primera vez debieron enfrentar a la justicia por una infracción a la Ley Penal Adolescente. Luego son derivados por tribunales de garantía a una salida alternativa, tras la suspensión condicional del procedimiento por parte del Ministerio Público. Para acceder a esta salida alternativa, los adolescentes deben cumplir con requisitos tales como que esta sea su primera infracción a la ley, que no se trate de hechos de sangre y no ser sancionados por la Ley de Drogas. Cumplidos éstos, y tras el análisis de cada caso, se activa el convenio interinstitucional para iniciar el proceso de reinserción social de los jóvenes. 

Al respecto, Carmen Gloria Wittwer, fiscal regional, señaló que “este convenio que firmamos hace ya nueve años con Fundación Ciudad del Niño y el Servicio Nacional de Menores, parte como una iniciativa desde la Fiscalía Regional de Los Lagos de arribar a otro tipo de salidas con adolescentes que incurrieron en alguna infracción de ley, y que nosotros visualizamos que tienen una oportunidad de reinsertarse en la sociedad; la idea es que, como ente persecutor, podamos renunciar a la persecución penal y continuar con una salida alternativa”. 

La posibilidad de acceder a una salida alternativa, que implica someterse a una intervención profesional y de acompañamiento para la reinserción social y la resignificación crítica de la conducta realizada, es una oportunidad a la que estos adolescentes pueden acceder por una única vez, por lo que saber valorar y aprovechar el proceso es algo para lo que no tienen segunda opción. 

Por su parte, la directora regional (s) del Sename Los Lagos, Andrea Proschle, indicó que “lo que busca este convenio es entregar herramientas y mecanismos de trabajo, para que aquellas y aquellos adolescentes a quienes se les aplica una medida de salida alternativa puedan dar cumplimiento a las condiciones que se establecen en esta medida”. 

Pedro, uno de los jóvenes egresados este año, afirmó que “acá en el PSA me consiguieron trabajo, estuve incluso haciendo un curso de mecánica, pintura y desabolladura; esto me ayudó mucho a progresar de ahí en adelante y a ver las cosas de forma diferente, a pensar bien las cosas y a madurar”.

En tanto, la directora del PSA, Johana Solís, sostuvo que “los jóvenes cuando llegan reticentes a la intervención es la primera vez que pasan por el sistema judicial. Posteriormente a eso, cuando ya mantienen un proceso de intervención en el PSA, se dan cuenta de que tienen otras habilidades y comienzan a generar nuevos intereses, empiezan a armar nuevos proyectos, ya sea de mediano o corto plazo, terminar cuarto medio, capacitarse, ingresar a la universidad, establecerse en la parte laboral y, luego de eso, cuando ya terminan su proceso uno les da a conocer todos estos avances, lo que falta por cumplir o lo que se tiene que seguir trabajando”. 

Finalmente, para Mónica Fernández, directora de comunicaciones de Fundación Ciudad del Niño, este programa “es muy importante porque nos ha permitido dar un paso hacia una mejora de las metodologías, innovar también en la manera de intervenir e involucrarnos en el proceso del proyecto de vida de los jóvenes. Ha sido una oportunidad preciosa, articulada con todos estos actores que son fundamentales para mostrar que cuando está articulado el sistema, hay cosas que se pueden hacer bien”. 

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