Lo que era una tradición de las ciudades sureñas en el siglo pasado, donde destacaban las quintas y huertos de traspatio, están experimentando un renacimiento producto de la pandemia, ahora, en espacios más reducidos. Considerando este interés, la Seremi de Agricultura de Los Lagos incluyó este tema en su ciclo de charlas de primavera, cita que contó con 86 participantes y dónde se entregaron orientaciones para iniciarse en la agricultura urbana y vertical. 

El Seremi de Agricultura, Eduardo Winkler, señaló que, si bien, el trabajo ministerial se enfoca principalmente en el sector rural y productivo, quisimos abordar este tema debido al contexto que vive la región, en medio de una pandemia donde se ha valorizado la producción local, cercana y más saludable. 

“La agricultura urbana es una excelente oportunidad para reconectarse con la tierra y vivenciar el trabajo que hacen miles de agricultores de la región para generar nuestros alimentos. Es una actividad que requiere dedicación, pero que está rodeada también de mucha belleza y donde podemos involucrar a la familia completa. Ver crecer una planta que luego nos entregará un alimento tiene un valor incomparable y nos deja mucho aprendizaje”, señaló la autoridad. 

En la actividad, dictada por la ingeniera agrónomo Denisse Endress, se entregaron orientaciones sobre riego, exposición al sol, elaboración de sustratos y usos de recipientes. En esa línea, también se recomendaron opciones para el cultivo en espacios urbanos, como balcones o terrazas, analizándose, por ejemplo, experiencias de huertos verticales. 

HUERTO VERTICAL 

“La pandemia potenció el interés por la agricultura urbana, ya que en todos los lugares se puede cultivar. En pequeñas superficies podemos generar una cantidad interesante de alimentos sin necesidad de usar químicos, podemos cortar sólo lo que necesitamos para nuestro consumo e involucrar a la familia completa en esta práctica, los niños son muy entusiastas y aprenden mucho”, explica Denisse Endress. 

Se estima que el 15% de los alimentos del mundo se producen en ciudades y en Chile se usando como aliado para la educación en huertos-aulas, y adicionalmente como una herramienta terapéutica para el bienestar de las personas mayores. 

Pensando en espacios reducidos, Denisse Endress junto a otras emprendedoras agrícolas de la región de Los Lagos, diseñaron una alternativa para quienes desean iniciarse en la agricultura urbana, ideando un mini-invernadero que fuera funcional y permitiera el establecimiento de un huerto vertical, en dos formatos: de un metro cuadrado para familias, y de medio metro cuadrado para parejas o personas solas. 

“En un metro cuadrado es una superficie de fácil manejo, rotación y donde podemos controlar fácilmente una plaga, malezas o enfermedades, además, podemos alimentar a una familia de 5 personas durante todo el año”, sostiene la profesional. 

Deja un comentario

Su dirección de correo no se hará público. Los campos requeridos están marcados *